6,7,8, y 9 de diciembre.

Dicha feria se celebra desde hace cuatro años en la ciudad de Valladolid, mi primera impresión cuando entre en la feria era que me había equivocado y había atravesado una puerta hacia el mercadillo, todo lo que rodeaba me llevaba a tal lugar, la gente, la música, incluso las voces, pero un olor inconfundible me volvió a ubicar entre los caballos.
En general es como cualquier otra feria de animales, los caballos están encerrados, solos, aburridos y asqueados. Y los propietarios paseando como fantoches por las instalaciones.
Uno de los motivos principales de mi visita a la feria era buscar un libro exclusivo en el mundo de los caballos, pero después de recorrerme los puestos varias veces, recordé que estaba en España y que nuestro nivel de lectura nos sitúa en muy buen lugar, por la cola. Por lo que opte por pasear por la feria, he de comentar que aunque no encontré el libro que buscaba si descubrí que los amantes de los caballos son gente muy variada ya que puedes encontrar desde un bar especialista en mojitos a una joyería exclusiva de caballos (pendientes con forma de caballo, colgantes iguales etc.), embutidos de castilla, tres mesones, la tienda de los postres, y por si acabas cansado de montar a caballo puedes encontrar tu sofá relax con un filtro para el agua.
De lo que más disfrute fue de las pocas exhibiciones que puede ver de como trabajan con los caballos, y descubrir que verdaderamente el trabajo que realiza Monty Roberts con ellos es muy complicado.
Si te interesan los caballos o te quieres comprar un colgante nuevo te recomiendo que asistas.
http://www.equinoval.com/
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