Tanto para un escritor como para un dibujante un perro o un
gato son grandes compañeros de faena, están por ahí, a veces rondando para que
no te sientas solo, otras en silencio sintiendo su compañía mientras se echan
una siestecilla o te observan con esos ojos que a veces no tienes claro donde
miran. No tienen prisa, respetan tu ritmo, tu desorden, aunque en ocasiones
colaboran. Aprovechando la visita a Avilés para las Jornadas Internacionales
del Cómic, es un buen momento para hablar de las mascotas en el cómic, no es
difícil encontrar un cómic que tenga como protagonista un perro o un gato, o
que cuente las peripecias de un dibujante con sus mascotas, o el simple tebeo
que habla de lo que hacen sus bichos, también en muchas ocasiones el compañero
del protagonista es un animal. Y no tienen porque estar dirigidos a los niños, este
es un mito dentro del cómic, los cómics no tiene porque ser para niños, hay
infantiles, juveniles y de adultos, y también tratan multitud de temas, pero
volvamos a lo nuestro.
De las cosas que más me llamo la atención durante las charlas con los autores en la Jornadas, fue una de las frases que dijo Enrique Fernández cuando Jorge Iván le pregunto, “en tu obra hay muchos gatos ¿y eso?”, a lo que Enrique respondió “Es que ellos siempre están ahí”.
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